El dato que hunde el discurso de Montero contra el PP: las violaciones han subido un 50% con Sánchez

Las agresiones sexuales con penetración notificadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han crecido un 50% en el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2018. Es decir, justo antes de la llegada de Pedro Sánchez al poder. Los datos han sido extraídos del balance de criminalidad del Ministerio del Interior, que recoge la evolución de la criminalidad en España registrada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil), los cuerpos policiales dependientes de las Comunidades Autónomas (Ertzaintza, Mossos d’Esquadra y Policía Foral de Navarra), y por otros cuerpos de la Policía local.

Desde Interior reconocen que los delitos contra la libertad de indemnidad sexual han experimentado un aumento, pero lo atribuyen a «las activas políticas de concienciación social que han provocado una mayor disposición de las víctimas a denunciar estos delitos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, reduciendo de esta forma los niveles de infradenuncia que pueden existir en estos tipos penales».

Así, el balance refleja que entre enero y junio las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han comunicado 1.211 infracciones en el apartado de agresiones sexuales con penetración frente a las 955 del año pasado. Si se incluye el resto de delitos contra la libertad e indemnidad sexual la cifra aumenta a 8.178. En comparación con el primer semestre de 2018 -lo que permite la comparativa con el gobierno de Mariano Rajoy- el dato aumenta considerablemente. Entonces, Interior recogía 799 violaciones y 5.691 delitos contra la libertad e indemnidad sexual. La diferencia, por tanto, es de 412 agresiones sexuales con penetración.

Condenas

La cifra difiere, no obstante, si se considera el número de condenas por estos delitos. Según los datos comunicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 se registraron 3.196 condenas en adultos por delitos sexuales. En 2018 fueron 2.754, y 2017, 2.549. La diferencia es de 647 condenas, alrededor de un 25% más.

El Informe de delitos contra la libertad e indemnidad sexual, elaborado anualmente por el Ministerio del Interior, refleja al detalle los distintos delitos según la tipología penal, experimentando todos ellos un incremento en los últimos años. Así, los «hechos conocidos» sobre abuso sexual han pasado de 4.774 en 2017 a 7.748 en 2021; las agresiones sexuales, de 1.806 a 2.313; las agresiones sexuales con penetración, de 1.387 a 2.143 y el abuso sexual con penetración, de 749 a 1.652.

Se trata, se insiste, de los «hechos conocidos» que, según explica Interior, se refieren al «conjunto de infracciones penales que han sido conocidas por las distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bien por medio de denuncia interpuesta o por actuación policial realizada motu proprio (labor preventiva o de investigación)». El informe refiere también los «hechos esclarecidos», que se clasifican como tales cuando el autor es detenido in fraganti, cuando existe «identificación plena» de la autoría, confesión verificada o pruebas sólidas o cuando la investigación revele que, en realidad, no hubo infracción.

Fernando Grande-Marlaska ha reducido, sin embargo, este miércoles el incremento de los delitos sexuales al 3,9%. La cuestión ha centrado una de las preguntas del Partido Popular al ministro del Interior. La diputada del PP, Macarena Montesinos, ha pedido a Marlaska que dimita, asegurando que es «cómplice»del «colosal despropósito» de la Ley del sólo sí es sí.

El ministro, por su parte, ha pedido al principal partido de la oposición que «no cree alarma social», añadiendo que su impresión es que «están disfrutando» con la polémica generada por esta norma, que ha propiciado rebajas de penas y excarcelaciones a delincuentes sexuales.

La sesión en el Congreso se ha visto enturbiada por la acusación de Irene Montero al PP de «promover la cultura de la violación». La ministra de Igualdad, acorralada por las consecuencias de su ley, ha evitado la autocrítica y, en su lugar, ha arremetido contra los populares que le pedían explicaciones por las últimas decisiones judiciales.